BIOCLIMAC propone una serie de acciones estratégicas que tienen como finalidad (i) evaluar el efecto del cambio climático sobre la biodiversidad de los archipiélagos de macaronesia, (ii) diseñar un modelo de muestreo que garantice la conservación en bancos de semillas de una alta representatividad de la diversidad genética existente en las poblaciones naturales, y (iii) aumentar la conciencia pública sobre la conservación y los efectos del cambio climático.
El proyecto abarca los archipiélagos de Azores, Madeira y Canarias, fuertemente dependientes del turismo, muy sensibles a cualquier alteración del hábitat y que, sin embargo, constituyen uno de los puntos calientes de biodiversidad del planeta, con la tasa más alta de Europa de endemicidad vegetal por unidad de superficie. Los numerosos endemismos que albergan hoy en día se hallan más amenazados que los de las zonas continentales menos ricas en biodiversidad; en efecto, el mar, las montañas, o las enormes áreas dedicadas a la agricultura y al urbanismo, representan barreras infranqueables para sus limitadas capacidades de migración. Esto también significa que estas especies están más necesitadas de acciones que garanticen su preservación fuera de sus áreas naturales de distribución (conservación ex situ).
En consonancia con esta urgencia, BIOCLIMAC prevé tres grandes tipos de acciones: (A) el estudio del comportamiento germinativo de las semillas de un grupo de especies de Macaronesia simulando escenarios climáticos probables, para comprender y prever cómo los cambios ambientales repercutirán en su distribución futura; (B) el diseño de una estrategia de muestreo y recolección de semillas basado en modelos ecogeográficos y análisis de la diversidad genética, para optimizar la relación entre el esfuerzo de recolección y la representatividad de la diversidad conservada en los bancos de semillas; y (C) la transferencia eficaz de resultados a todos los actores implicados en la conservación de la biodiversidad mediante estrategias de comunicación y divulgación que, a su vez, sensibilicen a la sociedad sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad, sobre las graves consecuencias del calentamiento global y sobre el papel protagonista que deben asumir los jardines botánicos en la nueva tesitura medioambiental.
BIOCLIMAC contribuirá tanto a los objetivos de (1) la Estrategia Global para la Conservación Vegetal (promovida desde el JBCVC por el grupo de Gran Canaria), que propone para el año 2010 la conservación ex situ del 60% de las especies amenazadas, (2) la Convención de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, sintetizados en la investigación y la observación de la biodiversidad (evaluación de riesgos), y la educación, sensibilización y formación del público frente a la amenaza del cambio climático. Los jardines botánicos deben ser agentes eficaces de transmisión del conocimiento científico ajustado a la demanda de conocimiento de la población en general.
La necesidad de tomar medidas regionales y transnacionales para minimizar la incidencia del rápido calentamiento del planeta hace necesario reforzar la colaboración entre las instituciones implicadas en el estudio y conservación de la biodiversidad, aprovechando los resultados y sinergias generados por la creación de la red de bancos de semillas de Macaronesia (a través de los proyectos BASEMAC y CAVEGEN, del PIC INTERREG IIIB). Sólo de esta forma podremos implementar con mayor eficacia las implicaciones de las investigaciones sobre los taxones amenazados y adoptar directrices comunes de gestión del material genético de los archipiélagos de Macaronesia, que garanticen su conservación y faciliten su capacidad de adaptación frente a los posibles cambios medioambientales (desertificación) y a situaciones de stress, o para reemplazar el material genético importante perdido.